Los dinosaurios contaban con melanosomas, lo que les permitía tener colores de piel con funciones como camuflaje o intimidar a los depredadores.
El nombre dinosaurio deriva las palabras griegas deinós, que significa terrible y sauros, que significa reptil y fue asignado en 1842 por Sir Richard Owen, con el fin de clasficar a tres reptiles extintos conocidos como Megalosaurus bucklandi, el Iguanodon anglicus y el Hylaeosaurus armatus.
Gracias a análisis de fósiles se ha descubierto que los dinosaurios contaban con melanosomas, lo que les permitía tener colores vivos y patrones de piel con diversas funciones, entre ellas: reclamo para las hembras, camuflaje o intimidar a los depredadores.
De acuerdo con recientes investigaciones, los dinosaurios podrían mantener su temperatura estable, sin embargo, no contaban con todos los mecanismos que tienen los animales de sangre caliente para poder regular su temperatura corporal en condiciones extremas.
Fuente: National Geographic




